lunes, 12 de enero de 2009

Descripción subjetiva de las manos

Sus manos, finas como la seda tocaban las mías con delicadeza, para no hecerme daño, eran demasiado fuertes comparado con las mías, tendría que tener mucho cuidado al acariciarme o podría aplastármelas. Eran blanquecinas y sin arrugas, con unas largas y estilizadas uñas perfetamente cuidadas. Aquellas manos eran suaves como el terciopelo; ese final de sus brazos con cinco dedos perfectos, eran junto con su cara, lo más bonito de su cuerpo. Realmente eran las manos más bellas que había visto en mi vida.

No hay comentarios: